Cristóbal ROBLES MARTINEZ (29/01/1921, Águilas). Hijo de Cristóbal y Juana. La familia había emigrado a Cataluña donde Cristóbal aprendió el oficio de platinista de radiadores de automóvil. Pronto comenzó a militar en las Juventudes Socialistas Unificadas. Con esta organización luchó, como voluntario, en la Guerra Civil, comenzando su trayectoria en el Frente de Aragón. Alcanzó el grado de sargento de Ingenieros del Ejército republicano español.
Al acabar la guerra cruzó a Francia por Puircerdá y Osseja. Fue el comienzo de un largo recorrido por diferentes campos: Mazères (Ariège), Septfonds, Vernet y Gurs. Cristóbal dejó testimonio de su paso por los campos franceses en varias entrevistas. En ellas habló de las terribles condiciones con las que fueron acogidos en suelo francés:
“Nos metieron en una pradera completamente cubierta de nieve durante tres días, sin agua, sin comida y vigilados por soldados senegaleses… Hicimos muchos daños alrededor de la pradera: todo lo que era de madera, barreras, refugios para el ganado, árboles, lo quemamos sin hacer preguntas»[1].

El dolor por la derrota y las dramáticas condiciones de vida no amedrentaron al joven Cristóbal, tampoco le hicieron perder la esperanza.
«Yo militaba en el Partido Comunista. Aún estoy. También en las Juventudes Socialistas Unificadas de Cataluña. En el campo nos ocupábamos de la política, de preparar la salida. Nos preparábamos para la situación de después de los campos de concentración»[2].
El deseo de seguir luchando siempre iba acompañado del miedo a ser enviados a España. Era una constante con la que tenían que bregar cada día. Una de las formas que los franceses utilizaron fue la de hacerles elegir entre alistarse a la Legión Extranjera o el regreso a España.
“A veces ni siquiera preguntaban; había un cartel a dos columnas: Franco y la Legión. Dijimos que no. Sin embargo, teníamos compatriotas que firmaron su compromiso con la Legión. La mayoría lo hizo por miedo a ser arrestados y devueltos a España. Pensaban que la Legión era la mejor opción para salir de los campos”[3].
Desde los campos de Cerdeña salió con destino a Vernet donde estuvo hasta que en mayo de 1939 sufrió un nuevo traslado, en esta ocasión al campo de Gurs. Allí fue asignado al islote K, barraca nº 5, junto a los pilotos republicanos debido a su profesión.

De su paso por este campo recuerda, entre otras cosas, el paso del Tour de Francia de ese año por delante del campo:
“Vi pasar el Tour de Francia, tras la primera línea de alambre de púas y la cuneta de la carretera nacional. Me gustaría destacar que, al pasar el pelotón de ciclistas junto al campamento de GURS, un ciclista levantó el puño en señal de amistad. Este ciclista era René Vietto»[4]. Testimonio que publicó en el boletín del campo de Gurs para limpiar el nombre del ciclista.
Todo parece indicar que después estuvo en el campo de Septfonds, donde coincidió con Antonio Hernández Villacampa, quien declaró que “Allí se volvió a reencontrar con Cristóbal Robles, un viejo conocido de la JSU, que conoció en el batallón del Negus en Tardienta[5]. Hasta este campo fueron destinados todos los obreros especializados antes de ser repartidos, dentro de las Compañías de Trabajo o para empresas privadas, por todo el territorio francés.
No sabemos cuál fue la vía por la que Cristóbal salió del campo, pero en octubre de 1940 se encontraba en Orne, concretamente Flers, comuna situada en el noroeste del departamento. El 31 de octubre de 1940 se dirigió al cónsul de México expresando su deseo de ser evacuado a su país. En la carta, además de su nombre y edad, 19 años, cuenta que antes de la guerra era platinista de radiadores de automóvil y en ese momento trabajaba como chapista de coches. Su dirección: Vilage la Blanchendiere, Flers del’Orne (Orne)[6]. La envía junto a otro español, de Valencia, que comparte profesión y dirección (Cándido Giménez Peña).

No consiguió partir hacia México, por lo que continuó viviendo en Flers, localidad en la que se incorporó al maquis. Los datos biográficos publicados afirman que lo hizo desde finales de 1941 en la Zona Ocupada (La Mancha y el Orne) a través de la Unión Nacional Española y luego con Franco-Tiradores y Partisanos Franceses. La presencia española en los movimientos de resistencia de este departamento era escasa y estaba integrada en grupos franceses. Se trataba de una zona muy controlada por su cercanía al lugar en el que se esperaba el desembarco aliado. Cristóbal tiene reconocida la pertenencia en el maquis de Flers, de Franco-Tiradores y Partisanos Franceses desde el 12 de junio de 1944 hasta el 17 de agosto de 1944.

Esta unidad estaba funcionando desde 1942 y contó con 57 efectivos. Desde la incorporación de Cristóbal, en junio de 1944, el grupo llevó a cabo sabotajes contra fábricas y grupos eléctricos, destrucción de vehículos y otros materiales alemanes. También en ataques a grupos alemanes hasta la liberación del Vallee de la Vere entre el 14 y el 18 de agosto de 1944, facilitando el avance de las tropas aliadas[7]. Actividad realizada en paralelo a las operaciones del ejército aliado que acababa de desembarcar en Normandía, concretamente en Orne luchó la 2ª División de Lecrerc, es decir, “La Nueve”.

Después de la Liberación del departamento Cristóbal decidió seguir luchando, pero incorporado a los Batallones de Seguridad, unidades en las que se reagruparon los guerrilleros españoles. Éstos se habían concentrado en la zona pirenaica, cerca de la frontera española. A finales de 1944 era sargento del 5º Batallón de Seguridad Español al mando de Rogelio Puerto, acantonado en Limoux, Aude. En marzo de 1945 fueron desmovilizados.
Tiene el reconocimiento de combatiente de las Fuerzas Francesas del Interior.
Cristóbal regresó a la vida civil, pero nunca olvidó su compromiso con la República y con los combatientes de la Resistencia. Fueron numerosas sus apariciones en el boletín de la Amical y en los de otras asociaciones, así como las entrevistas que concedió a algunos historiadores. Gracias a ellas se puede extraer unas breves pinceladas de su vida durante ese periodo.
En 1979 residía en la región de París, formaba parte de Sección de la Amical de I’Ile-de-France y era un fiel cotizante. En 1981 sus compañeros, desde la Amical, le felicitaban porque recibió la Medalla de Honor del Trabajo como oficial maestro de la compañía G.C.B.A. de Île-de-France. Ese mismo año recibió la Carta de Combatiente y la CVR (Carta de Combatiente Voluntario de la Resistencia). En 1983 recibió en París la Cruz de Combatiente Voluntario de la Resistencia[8].
En 1989, coincidiendo con su jubilación, se trasladó a Pirineos Orientales y fijó su residencia en Elne. Ese año participó en la asamblea general de la Amical y fue nombrado secretario del comité de celebración del 50 aniversario del exilio republicano. Fue el inicio de un periodo de frecuentes apariciones en prensa, especialmente en el Bulletin d’Information de l’Amicale des Anciens Guérilleros Espagnols en France (F.F.I.), con el que siempre colaboró económicamente, al igual que su familia. Asumió otros cometidos como representar a la Asociación en los funerales de los adherentes o realizar las notas necrológicas de compañeros fallecidos.

En 2009 era secretario de la Asociación de Antiguos Militares y Víctimas de la República y presidente del Comité de la Resistencia de La Côte Vermeille (La Tour Bas Elne, Francia). Ese año fue nombrado miembro del Consejo de Administración Nacional de la Amicale, junto al mazarronero Francisco Ros. Fue también el año del fallecimiento de su esposa a quien se definió como “una compañera siempre presente y solidaria, atenta, madre considerada, y mujer discreta, plena extrema humildad, amabilidad y generosidad”, sin olvidar su papel asociativo y activista[9]. Durante los siguientes continuó participando en las actividades de la asociación y en otras relacionadas con el reconocimiento de la participación española en la Liberación de Francia.

Cristobal falleció el 24 de noviembre de 2017 en Mazères (Ariège). Sus compañeros publicaron una amplia necrológica en la que además de unas breves pinceladas sobre su vida le dedicaban las siguientes palabras:
“Sonriendo, estuvo en todos nuestros eventos: Prayols, Valmanya, Toulouse, Ille-sur-Têt, Bram, Montauban, Septfonds, Borredon… Le encantaba cantar sobre las luchas y la esperanza, en catalán y castellano. Hizo campaña activamente en nuestra Asociación en la Junta Directiva Nacional y en nuestra Sección Departamental de los Pirineos Orientales.
Te agradecemos a ti Cristóbal tu compromiso republicano en España y Francia; por su lealtad a la memoria de sus camaradas, a través de la organización – la AAGEFFFI – que ellos construyeron… y que continuará”[10].
[1] La Charte N° 2 – Avril – Mai – Juin 2020, https://www.federation-maginot.com/wp-content/uploads/2020/03/CHARTE-2-2020-web.pdf
[2] https://www.elpuntavui.cat/societat/article/5-societat/714339-la-vida-politica-continuava-al-camp.html
[3] Florence Guilhem, L’obsession du retour. Les républicains espagnols 1939-1975, https://journals.openedition.org/rha/7345?lang=en
[4] https://campgurs.com/media/1107/n-102-mars-2006.pdf
[5] https://osmonegros.com/tag/aude/
[6] https://memoricamexico.gob.mx/swb/memorica/Cedula?oId=7HMcr28BKx7cnKFKH_ne
[7] MdH, 61.4.6
[8] Bulletin d’Information de l’Amicale des Anciens Guérilleros Espagnols en France (F.F.I.), nº. 6-9, 14-18, 22-24
[9] Bulletin d’Information de l’Amicale des Anciens Guérilleros Espagnols en France (F.F.I.), nº 114, p. 9
[10] Bulletin d’Information de l’Amicale des Anciens Guérilleros Espagnols en France (F.F.I.), nº 148, p. 7